FENÓMENO / APOCALIPSIS CON ESTRENO CINEMATOGRÁFICO ¿LLEGARÁ EL FIN DEL MUNDO EL 21-XII-2012? (Crónica, El Mundo, España) CATACLISMOS, inundaciones, caos… Los mayas lo predijeron con su «rueda de tiempo». Informes científicos apuntan a que esta teoría no sería tan descabellada JAVIER SIERRA | JORGE BARRENO Nuestro planeta lleva millones de años ensayando su propio Apocalipsis. La desaparición de los dinosaurios, las eras glaciales, el estallido de supervolcanes en el pasado remoto o la deriva de los polos forman parte de esos tanteos. Y ahora, si damos crédito a los más agoreros, su siguiente intentona está a punto de llegar. Quizá en 2012. Aunque en los próximos días el tema será objeto de debate público gracias al inminente estreno de 2012 -otra película catastrofista del director de Independence Day y El día de mañana-, este asunto lleva larvándose desde lejos. Algunos creen que su último giro de tuerca se produjo hace cinco años en el océano Índico, 24 horas después de la Navidad de 2004, cuando un tsunami segó la vida de más de 280.000 personas de 12 naciones ribereñas. Ya entonces los sismólogos reconocieron su perplejidad ante el fenómeno: aquella zona no era potencialmente peligrosa; ni siquiera habían instalado sistemas de alerta temprana que pudieran haberlos avisado. Pero ahora nuevas sospechas apuntan a un actor fundamental del desastre que nadie tuvo en cuenta: el Sol. «Eso sólo fue el principio», dice Lawrence Joseph, presidente de la Aerospace Consulting Corporation y autor de Apocalipsis 2012. Joseph es un profeta atípico. Tiene currículo científico, su compañía trabaja desde hace años en un horno supercalórico que reducirá a cenizas residuos tóxicos y radiactivos, y sus vecinos de polígono en Nuevo México son militares enfrascados en proyectos de seguridad nacional. Fue en ese ambiente donde oyó hablar por primera vez del Sol como responsable de la catástrofe del Índico. Llevado por la curiosidad, se puso a investigar y se dio cuenta de algo extraño: en esos días «el Sol se veía como si hubiera comido mayonesa en mal estado», cuenta. «Estaba plagado de manchas solares, tormentas magnéticas más grandes que la Tierra, que pueden desencadenar tanta energía como 1.000 millones de bombas de hidrógeno». ¿Pudo esa fuerza cósmica desencadenar los maremotos de 2004? Joseph terminó por aceptarlo y ahora especula sobre qué podría ocurrirnos si el Sol entrara en una ebullición masiva. En los próximos años, tal vez en 2012, «un aumento de apenas el 0,5% de la potencia del Sol bastaría para freír el sistema de satélites del que dependen las comunicaciones militares, la seguridad militar y la banca». Incluso sugiere que pueda producirse «un calentamiento global descontrolado y el consiguiente aumento de los niveles del mar y las inundaciones, así como un enorme incremento de tormentas e incluso holocaustos sísmicos y volcánicos». Un caos a lo Roland Emmerich, vaya. Más llamativo aún resulta que hace dos milenios los mayas-quichés anunciaran un «fin de ciclo» para esa misma fecha. Y que los aztecas les siguieran la corriente. Ambos pueblos miraron al Astro Rey con recelo, llegando a sacrificarle víctimas humanas con la esperanza de aplacar su furia. De hecho, su historia está dividida en soles, periodos en los que la civilización muere y renace una y otra vez. Por eso, y para predecir esos soles, desarrollaron una compleja orfebrería del tiempo. COMPLEJIDAD MATEMÁTICA Usando sus complejas matemáticas -conocían el cero y su sistema numérico era vigesimal-, los mayas inventaron el calendario más preciso de la América precolombina. Midieron el año en 365 días y hasta diseñaron otros, como el tzolkin, de 260 días. De ellos, sin embargo, el que interesa es el llamado de la cuenta larga. Se trata de una rueda de tiempo que arrancó el 11 agosto de 3114 a. C. y que terminará -o más bien, volverá a comenzar- el próximo 21 de diciembre de 2012. Ese día, afirman, el cuarto sol llegará a su fin. Curiosamente, nadie sabe qué significa que el cuarto sol se acabe, pero el binomio astro rey-profecía maya ha calado en nuestra psique colectiva más de lo que imaginábamos. Parte de la culpa la tiene José Argüelles, historiador doctorado en Chicago, quien ha mezclado sus conocimientos mayas con conceptos new age y que predica desde hace años que la Tierra está entrando en una «nueva fase vibratoria» que transformará nuestra civilización para 2012. La popularidad de sus ideas hace que cerca de un millón de curiosos se reúnan cada equinoccio en los recintos arqueológicos mexicanos de Chichén Itzá y Teotihuacán con la idea de prepararse para la llegada del año en el que el calendario maya se pondrá a cero. Visto desde afuera, da la impresión de que la efeméride 2012 ha tomado el relevo a los terrores milenaristas de 1999. Como entonces, los libros con el fatídico guarismo ya superan el centenar. Dan Brown ha incluido un par de reflexiones al respecto en su último best seller y Hollywood lo convierte desde esta semana en tema de tertulia, merced a su poderosa máquina publicitaria. UN CUENTO INSPIRADO Hasta yo mismo, sin pretenderlo, he sufrido los efectos de esta ola. Cuando hace unos meses publiqué en Estados Unidos un cuento inspirado en el calendario maya, dentro de una antología dirigida por el superventas Clive Cussler, recibí la llamada de un productor interesado en evaluarlo para la gran pantalla. «Sabemos que el tema venderá», dijo. Y ha acertado. Pero, ¿tenemos algo que temer para 2012? Los últimos en echar leña al fuego han sido la NASA y la Academia Nacional de Ciencias. En enero dieron un inesperado impulso a las teorías del profeta Joseph haciendo público un informe titulado Eventos de Tiempo Atmosférico Severo en el que advierten que nuestra civilización se ha hecho demasiado dependiente de los satélites y de la energía eléctrica, y que una «megatormenta solar» que impactará directamente contra nosotros podría deshabilitar muchos de nuestros sistemas básicos (GPS, internet, telefonía). Sus previsiones, publicadas en un momento de mínima actividad de manchas solares, curiosamente prevén un gran repunte, y por tanto, un momento de riesgo para nuestro cibermundo… ¡Alrededor de 2012! Por si acaso, dicen, revisarán sus satélites. Y yo -escéptico- rescataré del trastero mi vieja máquina de escribir. Just in case! PROFECÍAS MAYAS El mundo maya se inició el 13 de agosto del año 3114 a.C. y terminará 5125 años después, es decir, el 21 de diciembre de 2012. En su sofisticado calendario, todas estas fechas se dividen en katunes, de aproximadamente 20 años cada uno. Por cada katún los mayas inventaron una profecía que se repetiría cada 260 años. En 1520 se cumplió el katún 13, cuando los españoles arribaron a las costas centroamericanas (en 1519, unos cuantos cientos de vasallos del extremeño Hernán Cortés acabaron con el 90% de los pobladores mayas) y se volvió a cumplir en 1776, durante la época de las revoluciones. «Esta es una época de colapso total donde todo se pierde. Es el momento del juicio de Dios», dice la profecía. La historia de la Creación maya, Popol Vuh, dice que hay grietas en la Vía Láctea que permiten entrar en el inframundo. Por allí, los demonios se introdujeron en el mundo de los vivos y retaron al Primer Padre a un juego de pelota. Lo decapitaron, pero sus hijos lograron vengarle en otro épico juego de pelota haciéndole resucitar. ¿Qué día? ¡Bingo! El 21 de diciembre de 2012. / JORGE BARRENO